Poco después de la Segunda Guerra Mundial, Berlín se convirtió en el ombligo de la lucha entre los dos bloques, entre las dos visiones del mundo que combatían en la Guerra Fría. Por dicho enfrentamiento, Moscú bloqueó el acceso por carretera y ferrocarril a Berlín Occidental desde Alemania Occidental. La respuesta a este bloqueo fue el abastecimiento por aire. La única vía posible.
Los dos aeropuertos de la parte occidental no paraban y llevar hasta allí todo lo que necesitaban los dos millones y medio de habitantes de Berlín Occidental suponía un tráfico aéreo tan brutal que un avión aterrizaba cada minuto y cuarenta y seis segundos. Todo debía llegar a la ciudad por este canal, hasta el carbón para mantener hornos y luces encendidos. Sin duda, un esfuerzo económico y personal que sólo se entiende como parte de un conflicto.
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